sin cobra ni canasto

esta vez salió un fakir colgante dentro de la línea de muñecos, después de varias horas de dormir en su cama de clavos, bien merece un descanso en la liviandad del aire otoñal.

pescados y ovillos

bien dicen que los perros tienen dueño y se adaptan al territorio que este ocupe, en cambio los gatos si son trasladados de su ambiente a otro muchas veces se pierden tratando de volver a su lugar. Se ve que algo así pasó con este gato volador que nació en mi taller y fue llevado a "La Carlota" en Colonia; voló al día siguiente, según comentan en la compañía de una turista, aunque yo creo que está buscando el taller y en cualquier momento lo veo llegar por aquí.
Si es que no se me pierde, mi pobre gatito (en manos de esa turista que lo habrá conquistado con pescado fresco y algún ovillo de lana).

permiso, qué tal!, cómo están?

les va a parecer increíble, pero es una historia verdaderamente cierta; vieron lo común que es llevar lectura cuando se va al baño y uno se sienta cómodamente en el water. Resulta que un día estaba leyendo un cuento en que una señorita recorría el mundo en bicicleta, y me concentré tanto en sus peripecias que cuando fuí a retirar un pedazo de papel higiénico me la encontré allí, instalada en mi propio baño. En sucesivos días de lectura se fueron instalando otra serie de personajes que escapaban de las letras, y actualmente, cada vez que entro, debo pedir permiso a un montón de amigos, saludar cortezmente, y charlar con ellos antes de dedicarme a ....... leer mis cuentos.s.

la vida en mis ojos

estamos en otoño, a las 6 de la tarde el sol se oculta en el horizonte, yo tomaba mate en el fondo, cómodamente sentado y apreciando esta vista.
Pensaba en todo lo que se pierden quienes viven corriendo de un lado para otro en busca de su bienestar, y también en que tal vez vean esto y dejen de correr. Aquí está la vida!.

viendo crecer la vida

el otro día gervasio estaba muy curioso bajo el pino del fondo, se paraba en dos patas y olfateaba hacia arriba, fuí a ver que lo inquietaba y descubrí su hallazgo, un nido de paloma en donde asomaba un pichón. Estaba oscuro pues ya caía la noche, al otro día pude registrar a mamá paloma cuidando su cría. Hoy ya estaban madre e hij@ sobrevolando y reconociendo su mundo circundante.

realidad de pájaros reales

hace unos días hablaba de los pájaro reales, los del terreno, los que alegraban mis ojos. Pero tan metidos los tengo en mi cabeza, que siempre estoy haciendo pájaros en mi taller, y son tan reales como los otros, y también me alegran, y alegran a muchos niños que los ven , como estos que aparecen en las fotos y los usa una chica en una obra de teatro para niños.

dale!!, que se va

vamos saltando de una a otra cosa, de los pájaros a los personajes que se van creando en el taller y salen al terreno a conocer su entorno. En una de las fotos vemos dos personajes que no discriminan y posan juntos para mostrar la unión de las razas. En la otra foto una historia; dos niñas que viven en el edificio de apartamentos en donde hasta hace un año atrás vivía yo, nunca se animaron a pedirme un muñeco pese a que siempre me paraban en el corredor para verlos cuando venía de la feria. Cuando notaron que estaba mudándome definitivamente, se animaron a pedírmelo y les hice estos que disfrutaron antes del sol pinareño. Se animaron tanto que ahora quieren un perro cada una.

equilibrios naturales

hace tiempo construí el pájaro del cielo con la idea de que las aves que conviven en el terreno de la casita del cielo tuvieran un lugar donde beber, comer, y bañarse. Durante otro tiempo esperé que lo usaran, tratando de ver si los colores, o lo inusual de su presencia, o la presencia de gervasio, serían la causa de su no acercamiento. Hasta que un día vi el primer chingolo comiendo semillas, luego una calandria, los horarios en que más lo hacían, finalmente los observé bañándose. Ahora pude registrarlo fotográficamente para que ustedes también lo vieran. Les puedo decir que yo disfruto mucho de este equilibrio entre todos los seres que habitamos el lugar, y que me gustaría que así fuera el mundo.

arcoiris de locura

ya no se que hacer con los muñecos, a unos les da por treparse a la hilera de bloques de un parrillero a medio terminar; otros juegan a cabalgar con las sillas del comedor y atan el potro en las ramas del ñangapiré; y finalmente otros se suben en los bancos como si estuvieran en la tribuna de una cancha ( y ni decir lo que le gritan al juez). Me van a sacar canas verdes, que blancas ya las tengo, y me vuelven loco, que algunos dicen que ya lo soy. Bueno, es el precio por hacer volar la imaginación y por usar anilinas para pintar (digo , por lo de canas verdes, dedos verdes, y rojos,, y amarillos, y toda la gama de colores posibles).