más que rally, la ida a 33 se transformó en heptatlón, o decatlón, caminé, anduve en moto, subí a las serranías, participé de talleres, saqué fotos,y... hoy les muestro, la incursión en el monte indígena, a orillas del olimar, debajo del puente; existe la leyenda, quién toma agua del olimar, vuelve al pago, pero son tramposos, el agua de la cañería de OSE proviene del río, inevitablemente la tomás, aceptando un amargo.
siguiendo con el rally a 33, al llegar a esa primera etapa, fuimos con mi amigo gustavo, a su taller con jóvenes del CECAP, y como bien se sabe en un rally se conocen culturas diferentes; fué así que hablamos de nuestra cultura occidental que ve la hoja de izquierda a derecha y de arriba a abajo, y de otras culturas que lo ven de manera distinta, como el mandala que parte su lectura desde el centro hacia los infinitos radios del papel.
nuestro periodista le aproximó el micrófono, el artista levantó los párpados displicentemente, y con voz clara nos dijo: pían, sancho!; luego siguió inspirándose en sus musas reales, sus musas de *carne y hueso* tal cual las nombra.
se acercaron con nerviosismo, dando saltitos, claro, no es frecuente su asistencia a los museos, uno observó la pieza detenidamente, evidentemente era obra del renombrado gervasio; le comentó al otro, este artista es un perro!, quién se cree,duchamps?.
vi, hace algún tiempo, una película argentina, llamada * un lugar en el mundo* , y no sé, si este sería mi lugar en el mundo, no he recorrido el mismo, ni siquiera sé si es mi lugar en uruguay, pero sé que es uno de los lugares que está en mi camino; villa serrana, energía que emana de su naturaleza, que te acaricia el alma, que te habla desde lo más profundo de la tierra.
