a los futuros comentaristas

amigos, enemigos, neutrales, ustedes que están allí, mirando la misma pantalla que yo en estos momentos, hagan realidad esto de las utopías compartidas, comenten, critiquen, alaben, soy el mono, no el monólogo.

lunes, 29 de septiembre de 2008

hablando de perros!!!! guau

hemos recorrido el uruguay en busca de especímenes actuales y otros perdidos en la niebla de los tiempos, junto a Jaques Cousteau y ahora se los presentamos en este video inédito.

viernes, 26 de septiembre de 2008

que no fueron ni los perros?

por vez primera (espero no sea la última) expusimos en conjunto mi sobrina Camila y yo; sus esculturas y mis juguetes interaccionando en un ambiente natural, tan natural como el público que ustedes pueden ver se acercó para apreciar el arte sencillo, ese que uno hace porque lo disfruta y por esa misma razón quiere que otros también disfruten si tienen ganas. Linda experiencia; gracias cami.



viernes, 12 de septiembre de 2008

está linda la porquería!

a san Pedro siempre lo muestran cargado con las llaves que abren las puertas del cielo. Realmente, me imagino el portón de entrada al cielo hecho con nubes y a san Pedro soplándolas para abrirlo; también puede que tenga un par de perritos, no para ladrarle al que llega sino para recibirlo moviendo la cola. Ahora que la Chacha está en la verdadera y definitiva "Casa del cielo", espero que envíe las señales de si voy en buen rumbo con la interpretación así le sacamos el peso de las llaves al pobre santito.


martes, 9 de septiembre de 2008

mojando teclados

de chico me decían "lagrimita en el estuche"porque lloraba por cualquier cosa; ahora, ya bastante grande, lo sigo haciendo cada vez que me emociono con una situación o un recuerdo.
En cambio, mi madre decía que no podía llorar aún en las situaciones más sentidas por ella. Pero en el momento en que se estaba llendo de esta vida que ya no quería, teniendo las manos tomadas por los dos hijos que tenía en ese instante cerca suyo, rodó por su mejilla una sola lágrima. Tal vez la única que le quedaba en su estuche y que guardó celosamente para ese momento.