al igual que el ser humano, los pichones son inocentes, confían, y así me dejó acercar con la cámara a 10 cms., aún sin saber que era eso que yo tenía en la mano; en el caso de los pájaros, no se si se lo enseñan sus padres, o es el instinto, o alguién que intenta agredirlos, pero crecen y se hacen desconfiados, una lástima para quienes sentimos que todos somos un pedacito de universo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario