el perro y yo, salimos, a reconocer el terreno, vemos al cielo, que llega hasta donde comienza la tierra, vemos los vegetales que crecen en sus fronteras, y en un espacio libre, viene un pájaro, atado con un cordón umbilical a una rama de colores, dice, aquí voy yo, un abejorro, ata su cordón al otro extremo de la rama, construyendo una balanza natural, aparece un niño, niño-pájaro hamacando un pichón, luego una mariposa, y entre todos equilibran el color y las formas en este pequeño universo; nos quedamos boquiabiertos (por suerte, no había moscas).
No hay comentarios:
Publicar un comentario