tiré unas semillas de zapallo al costado del taller, primero apareció la flor, grande, amarillo ocre, hermosa, luego otras flores, hasta que una emergió de un pequeño óvalo, este fue creciendo y se transformó en un espléndido zapallo, ayer los coseché;
cuando era chico si te decían ¨sos un zapallo¨era una ofensa, era que no tenías muchas luces para entender alguna cosa, hoy, después de deleitarme con su gusto, de seguir todo su crecimiento, es un orgullo.
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