de alas recortadas y otras cosas

en mis idas al campo en vacaciones, aprendí como el tero distrae a quién esté cerca de su nido, grita lejos de él, se tira en picada y te pasa al ladito de la oreja, hasta sentís el quiebre de su vuelo; en mi vida de ciudad conocí a los perros vagabundos, a los que rondan por alimentos al finalizar las ferias, parecen olfatear el peligro de las perreras y la eluden.

EN ANCAS DE LOS PERROS VAGABUNDOS
(libertad-junio 1974)
Te acordás de aquél botija de la escuela?
Composición: qué quisiera ser!
Dijo: quisiera ser pájaro
Quisiera ser pájaro
para cortar el viento de punta a punta
para pincharme el ojo con el filo de una estrella
para hacer vuelos rasantes entre las piernas de las pibas
y anidar en el pelo canoso de las pibas viejas.
Quisiera ser pájaro
para llenarme el pico de primas y bordonas
para colarme en los caminos y chamuyar viajeros
para dejar huellas ternurales en ramas señaleras
y hurgar entre las plumas heridas pasajeras.
Quisiera ser pájaro
para sentarme sobre las naranjas podridas al terminar las ferias
para pilotear sobre una hoja el verdear de primaveras
para viajar en ancas de los perros vagabundos que engañan las perreras
y junar de querusa a los felinos
para cagarlos al vuelo
al dar la vuelta.-