generalmente apelo a mi propia imaginación para crear los juguetes, pero en otras ocaciones , como lo fué ésta, viene alguién y trae una idea concreta que yo tendré que transformar en un juguete estéticamente bello desde mi visión y que agrade e interprete su idea. Sucedió en la puerta de la facultad de sicología; la chica quería para regalarle a su novio electricista algo que integrara a Bob Marley, a una foto de ella, y un recipiente para las cenizas de cigarro. Resolví la historia con Bob en una playa bajo un quincho pantalla, tocando la guitarra frente a un atríl cuya partitura era la foto de su amada, y el tacho de basura que recibiría lo consumido por el fuego.
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