hace casi 1 año que ya no le pongo precio a mis juguetes, dejo que sea el potencial comprador quien determine su precio por el valor artístico que le dé y por su poder adquisitivo. Dicho esto, paso a contar una anécdota de la feria.
Se acerca una niña a la mesa y comienza a mirar los juguetes, en un momento me pregunta cuanto valen y yo le contesto que lo que ella quiera pagarme.
como?
sí, vos elegís uno y me pagás lo que quieras
pero, en serio!!
seguro
de verdad!!
claro, no soy papá noel, yo soy de verdad
pero, no entiendo
a ver, cual te gusta?
me gustan todos
bueno, por ejemplo, querés este (agarro uno cualquiera de la mesa) me dás el dinero que quieras y te vas con él
mira a una amiga que está a mi lado como preguntándole si es cierto; ella asiente que sí
la niña esboza una sonriza y se va observando para ningún lado en particular , mirando a sus adentros y diciendo bajito: es increíble!!!, INCREÍBLE.
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